De mudanza
¿Os habéis preguntado alguna vez cómo decide un enjambre de abejas en qué lugar está bien vivir y en cuales no? ¿Lo decide una única abeja o hay una votación? Y si es así, ¿Cómo demonios se comunica una abeja?.
Os cuento una anécdota que me ha pasado durante esta cuarentena.
Este fin de semana pasado, una de las mañanas mientras me encontraba confinada en mi habitación con mis menesteres, oigo a una abeja merodear en mi ventana unos segundos e irse. Casualmente, esta semana pasada estuve leyendo un artículo sobre el comportamiento de abejas a la hora de cambiar el lugar de su colonia pero no lo relacioné ni le di importancia a esta peculiar visita.
Ese mismo día por la tarde oigo a los vecinos chillar y dar más alboroto de lo habitual, a la policía decir que había que acordonar la calle y al rato me llega una imagen a mi whatsapp de un enjambre considerable de abejas en el balcón de una casa que está justo en la finca de al lado (cerca de mi ventana obviamente). A lo que pienso «Coñe!, si esta mañana han estado merodeando mi ventana para ver si les gustaban las vistas».
Días después, empiezan a aparecer más imágenes por toda la ciudad del mismo suceso, pues ahora es la temporada de cambiar de hogar y no hay «depredadores a la vista» por lo que a las abejas les están empezando a apetecer rinconcitos poco habituales y demasiado cercanos a los humanos para vivir.
Déjame que te cuente un poco más, porque estos pequeños bichitos además de comunicarse, votan y reclutan adeptos.
Por qué cambian de hogar y que requisitos debe de tener
Pues sí, como te contaba esto del cambio de hogar tiene su intríngulis.
En primavera hasta principios de verano es la época en la que los enjambres buscan nuevos hogares para explotar y aumentar la población, con mejor localización en cuanto a disponibilidad de alimento, refugio y almacén.
Lo que hacen es partir el enjambre en dos literalmente, es decir, la abeja reina junto con la mitad del enjambre busca una nueva localización y la abeja reina hija con el resto de abejas permanece en el enjambre original, creando así dos poblaciones separadas aumentando la capacidad de expansión de la especie.
Para ello, primero la abeja reina junto con sus séquitos se posa en una rama de árbol cercano al enjambre original donde estarán temporalmente (horas) hasta que decidan cuál es el mejor emplazamiento para vivir.
Seguidamente centenares de abejas llamadas «exploradoras» colaboran para hallar buenos lugares para vivir. Generalmente en un principio seleccionan hasta una docena de posibles lugares para poco a poco ir descartando y eligiendo el más idóneo para mudarse definitivamente. Mientras, las abejas obreras y la reina permanecen en el enjambre guardando la energía, pues ahora no es hora de trabajar.
El pisito ideal para ellas es una cavidad, si puede ser en un árbol mejor, de unos 30 cm, con una capacidad de 20 litros, que esté localizada a varios metros del suelo, cuya entrada esté en la base de la cavidad, con orientación al sur y por supuesto con alimento cerca (no son tiquismiquis ni na).
Comunicación y toma de decisiones
Y aquí es donde viene el meollo del asunto y estas cosas de la etología que me fascinan.
Mientras están en la rama temporalmente, en una primera etapa, todas las abejas exploradoras se dan una vuelta por una zona amplia investigando posibles lugares para vivir. Cuando vuelven se lo cuentan a sus compañeras mediante una «danza», que puede repetirse hasta en 100 ocasiones (cada repetición es un circuito) si son lugares de muy buena calidad, diciéndoles donde se encuentran y como de buenos son esos lugares. Estas compañeras no se conforman con creer lo que se les dice, por lo que comprueban por sí mismas dichos lugares, más alguno nuevo que puedan pensar que hay y realizan lo mismo con sus siguientes compañeras contándoles qué lugares han visto buenos y cuanto apuestan por ellos.
Entre todas suelen encontrar alrededor de una docena y es a partir de aquí donde empieza la segunda etapa que sería la de votación.
En esta etapa las abejas siguen paseando y comprobando los lugares con la nueva información de otras compañeras y siguen valorando cuáles son los mejores según ellas y haciéndoselo saber al resto. En cada ida y vuelta la intensidad de la danza (cantidad de circuitos) se ve reducida en 15. Así, poco a poco, se van descartando pasivamente lugares que son menos interesantes, recibiendo menos visitas y menos «votaciones» y recíprocamente los mejores lugares cada vez tienen más visitas y son votados con más frecuencia.
La primera descubridora de un lugar bueno es la responsable/portavoz de comprobar si este tiene suficientes adeptos para terminar la votación.
Estas abejas tienen preferencia por informar de sus sitios favoritos a las abejas que aún no se han posicionado por ningún lugar en especial (abejas indecisas) para así reclutarlas y ampliar el número de votaciones hacia el lugar por el que tienen especial preferencia. Pero eso no quiere decir que la abeja a la que informan pueda tener la misma preferencia que ella (tienen opinión y valoran por sí mismas que es mejor para la colonia).
Por último, se llega a un «quórum»(acuerdo entre un número suficiente de individuos), las exploradoras portavoces de dicho lugar, mediante un silbido o «gaiteo», informan a las obreras de que el sitio ha sido escogido y estas se preparan para calentar y alzar el vuelo hacia el nuevo hogar (tardan alrededor de una hora en calentar ya que sus músculos necesitan alrededor de 33-35ºC para poder volar).
Waggle dance (danza del vientre)
La danza es la forma que utiliza la abeja para comunicar a otras localización e interés de un lugar encontrado. Se basa en la formación de «ochos» en la que en la parte central realiza una pasada de contoneo sobre la abeja a la que quieren informar, o waggle run, que consiste en una vibración hecha con el vientre.
La duración o longitud de esta vibración indica la distancia hasta el lugar de preferencia, el ángulo de dicho contoneo indica la dirección a tomar y la intensidad de la vibración la calidad del sitio.
Evolución: balance entre tiempo de decisión y acierto
El hecho de que en cada ida y vuelta a un lugar de preferencia una abeja disminuya la cantidad de circuitos de danza en 15 no es algo al azar (recuerda que en una primera visita una abeja puede hacer hasta 100 circuitos de danza). Así poco a poco se van disminuyendo las repeticiones, la cantidad de lugares de apuesta y se va acortando la llegada al quórum.
Una llegada al quórum demasiado rápida puede implicar una toma de decisión poco correcta debido a que no se ha dado el tiempo suficiente para supervisar o encontrar otras opciones que pueden ser mejores. Y por contra, una llegada al quórum demasiado lenta puede implicar que al final hayan muchos bandos diferentes y no se llegue a un único quórum si no a varios .
Por lo que la evolución ha ido afinando este mecanismo dejando en 15 la mejor estrategia para ir disminuyendo el tiempo de decisión lo justo y necesario para que no sea ni demasiado rápido ni demasiado lento.
¿Te esperabas algo así en insectos?, pues entonces te vas a caer para atrás cuando te diga que las avispas tienen reconocimiento facial… oh my god! Por lo que si te metes alguna vez con alguna no creas que la vas a engañar tan fácilmente.
Cuidaros mucho y hasta la próxima entrada;).
Si te ha gustado o te gustaría que hablase de algo en especial no te olvides de dejarme un comentario.
Os dejo la fuente original primero y trabajos de investigación que amplían la información:
Group Decision Making in Honey Bee Swarms: When 10,000 bees go house hunting, how do they cooperatively choose their new nesting site?. 2006 Thomas D. Seeley, P. Kirk Visscher y Kevin M. Passino.
American scientist. Vol.94 (3), 220-229.
Quorum sensing during nest-site selection by honey bee swarms. 2004
T. D. Seeley y P. K. Visscher. Behav. Eco. and Soc. Vol. 56, 594-601.
The wisdom of crowds. 2004 J. Surowiecki. Doubleday, Nueva York.
Consensus decision making in animals. 2005 L. Conradt y T. J. Roper. Trends in Ecology and Evolution. Vol. 20, 449-456.
How does an informed minority of scouts guide a honey bee swarm as it flies to its new home?. 2006 M. Beekman, R. L. Fathke y T. D. Seeley. Animal Behaviour. Vol.71, 161-171.
Modelling and analysis of nest-site selection by honey bee swarms. The speed and accuracy trade-off. 2006 K. M. Passino y T. D. Seeley.
Behav. Eco. and Soc. Vol. 59, 427-442.