Projecte Llúdria
Hoy os traigo un formato diferente ya que me gustaría hablaros de un proyecto en el que colaboro hace un par de años: el «projecte Llúdria».
Este proyecto nace en colaboración entre Fundació Limne, Fundació Aigües de València y la Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural, con la finalidad de controlar la recuperación y distribución de la población de nutria en los ríos valencianos.
Desde hace alrededor de medio siglo, las poblaciones de nutria han ido decreciendo e incluso desapareciendo en muchos de los territorios de la península y esta disminución se ha visto especialmente acusada en toda la zona este del país.
Es bien conocido por todos, el daño que la industria a hecho a nuestros ríos, especialmente si hablamos de contaminación y vertidos sin control alguno.
El tiempo y la experiencia nos ha hecho cada vez cuidar más de nuestros entornos y poner normas medioambientales más estrictas que con el tiempo y el esfuerzo de conservacionistas están dando sus frutos, como en el caso de la aparición de nuevo de la nutria en nuestros ríos.
Otros de los factores que la hicieron desaparecer fueron la destrucción de sus hábitats, la reducción de presas, ligada directamente a la reducción de la biodiversidad y el aislamiento de poblaciones, probablemente por la construcción de presas a lo largo de todo el territorio español, la reducción de caudal debido a estas presas o a sequías, o incluso la modificación de las rutas fluviales (un ejemplo claro sería el cambio de la localización de la escorrentía de nuestro río Turia).
No creo que sea necesario hablar de la importancia de una biodiversidad sana para mantener un equilibrio que no nos perjudique directamente en muchos sentidos.
Pero sí que me centraré en lo que me trae aquí que es hablaros del proyecto y de la salida de campo de 2020.
Este proyecto empezó en 2017, mediante un seguimiento realizado por voluntarios distribuídos en distintas cuadrículas a lo largo del río que ha sido gestionado en su totalidad por la Fundació Limne.
Debido a mi pasión por la naturaleza, la zoología y, ¿por qué no?, las nutrias, no dudé en acudir al llamamiento.
La cuadrícula que elegí fue la que abarca el tramo a su paso por Ribarroja, que es una zona que conozco y que me gusta mucho.
Lo cierto es que, a día de hoy, estamos muy contentos de que se haya detectado la presencia de nutria en aguas más abajo y que parezca que la población vaya asentándose y aumentando.
Sin embargo, no puedo de momento constatar que en la zona de Ribarroja haya alguna población, pues es una zona demasiado transitada y seguir un rastro de huellas así es difícil, pues lo más normal es encontrar muchísimas huellas de perros y de humanos.
Tampoco se ha podido hallar ningún excremento, por lo que de momento solo podemos barajar que: o la nutria ha pasado de largo y no se ha asentado por el motivo que sea o la población que hay es muy pequeña y de momento no hemos encontrado evidencias de su presencia.
Salida de campo 2020
Este año, un año más mi familia y yo fuímos a realizar la ruta que llevamos haciendo dos años atrás para rastrear a la nutria. El año pasado con mochila portabebé y este con carrito, que aunque Claudia anda un montón, se cansa mucho y se para mucho a mirar, especialmente los bichitos (parece que la biología también corre por sus venas).
Pasear por este tramo es muy reconfortante. Siempre encuentras gente paseando, ciclistas, bañistas y es una zona realmente bonita.
Aunque debo de añadir algunas pegas: la primera y principal es que en pleno siglo XXI la gente sigue sin tener miramiento con sus desechos y el río está relativamente lleno de mierda en muchas zonas (cartones de tabaco, envases de fiambres, latas etc..).
Es muy frustante salir a disfrutar de la naturaleza y encontrar toda clase de basura en el entorno.
La segunda es que cada año la superficie de cañas es cada vez mayor, ya que tiene una tasa de reproducción rápida y esto lo único que provoca es la reducción de flora en el paisaje y directamente la reducción en la biodiversidad.
Es por este último motivo por el que nuestro seguimiento es más largo de lo que debiese, pues nos encontramos muchos metros en los que es prácticamente imposible acceder para inspeccionar rastros y nos obliga a alargar la salida.
Este año a diferencia de otros años me he animado a realizar algunas fotos, ya que la fotografía de naturaleza es algo que me fascina pero que nunca he practicado.
Durante nuestra visita al parque natural de Ribarroja, tuve esperanzas de que encontráramos al fin evidencia de la presencia de nutria.
Me pareció ver algo parecido a una letrina, que son zonas donde la nutria acude muy a menudo a realizar sus evacuaciones.
Pero, como cada año, desde la Fundació Limne me confirmaron que estos excrementos pertenecían a un ave y por lo tanto habrá que seguir observando la zona.
Aunque el voluntariado acaba este año, la zona en la que he estado realizando control aún es negativa y por lo tanto, seguiré poniendo ojo a las huellas y excrementos que encontremos en nuestros paseos por la zona.
De momento, tendré que conformarme en visitar otras zonas para intentar disfrutar de su presencia. Y la verdad es que ya voy teniendo ganas.
Y no me despediré sin decirte que si estás interesado en formar parte de algún voluntariado ambiental en los ríos de la comunidad Valenciana no te pierdas las últimas noticias de Fundació Limne.
También puedes consultar otros proyectos como Xaloc (xalocmar en facebook), Monau, associació lamna y muchos más.
¿Y tú? ¿Has tenido el privilegio de ver nutrias ya por nuestros ríos?
¿Perteneces a algún grupo de voluntariado para la conservación?
Si es así no dudes en contarme la experiencia en comentarios.
Gracias por leerme de nuevo 🙂
Nos vemos pronto!
Etiquetas: biodiversidad, biología, conservación, Fundacio Limne, lutra lutra, Nutria, rastreo, río Turia, seguimiento poblaciones, voluntariado, zoología