¡Menudo catarro!
Hoy os voy a hablar del Rinovirus, un compañero de batallas habitual en invierno.
Es el responsable del resfriado común. Infecta a el pulmón y también es capaz de producir otitis, sinusitis, neumonía y distintos tipos de patologías en los niños.
Los síntomas se pueden iniciar muy tempranamente entre 24-48 horas, puede durar de 9-11 días y en general empieza con dolor de garganta al tragar, carraspera, estornudo, tos, disminución del apetito, dolores musculares, congestión nasal y cefalea.
Estos síntomas se ven agudizados en fumadores por razones obvias.
¿Qué sabemos de su biología?
Se han identificado más de 100 serotipos que se dividen en dos familias dependiendo del receptor al que se unen en la célula huésped.
El rinovirus que pertenece a la familia Picornaviridae , es un virus de ARN (solo tiene una hebra de material genético, 2 ARN complementarios=ADN) icosaédrico, sin envoltura (la capa de lípidos alrededor de la cápside protéica) y pequeño (de unos 30 nm).
El hecho de que sea un virus de ARN hace que su material genético mute con facilidad impidiendo crear vacunas efectivas contra él (una cadena de ADN es más estable, pues ambas hebras de ARN están unidas, mientras que en un ARN suelto las bases que lo componen están como a la intemperie provocando cambios más fácilmente en la información que contiene).
Por otro lado, su cápside está formada por 4 proteínas distintas que podrían ser blancos de acción terapéutica.
El virus para infectar se adhiere a la proteína de adhesión ICAM1 de las células epiteliales respiratorias y como consecuencia, las células infectadas liberan señales de socorro conocidas como citocinas y quimiocinas, estas señales a su vez activan mediadores de la inflamación responsables de los síntomas del resfriado común o la rinorrea entre otros. La interacción virus-huésped también provoca la segregación de histamina que induce el estornudo y aumenta el fluido nasal.
Los viriones que se han formado dentro de la célula son liberados de esta por lisis celular (os recuerdo que la lisis era cuando rompía a la célula para salir) 8-10horas después de haber ingresado a la célula, sin embargo, se ha descrito que afecta sólo a un número pequeño de células (alrededor del 10%) y con eso es capaz de hacer lisis, reproducirse y producir la infección.
La respuesta inmune contra el virus es mediada por anticuerpos neutralizantes que son proteínas cuya función es marcar al microorganimo para dos cosas: 1. avisar a otro tipo de células encargadas de eliminar microorganismos 2. para forrarlo de anticuerpos (como si llenaras de chinchetas una pelota de golf) y evitar que siga infectando más células. Este proceso ocurre entre los 3-7 días de infección que es habitualmente cuando encontramos el moco verdoso (resultado de la guerra entre nuestro sistema inmunitario y el microorganismo). Además, hay un aumento y activación de los linfocitos «NK» o «Natural Killer» que por su nombre podéis imaginaros que son puramente asesinos.
Este tipo de linfocitos tiene gran afinidad por los virus en general y se ha demostrado que no todo el mundo los tiene en la misma proporción comprobando que generalmente la gente propensa a tener herpes (es un tipo de virus) tiene una menor, o prácticamente nula, carga de linfocitos NK.
Respecto a su diagnóstico y tratamiento…
Actualmente la PCR-TR es el método de elección para la detección del RV porque es más fácil de realizar, más sensible que el cultivo viral y detecta RV-C (un tipo de especie de RV). Sin embargo, es un método que puede dar falsos positivos ya que puede detectar cantidades pequeñísimas de virus pero no quiere decir que estén replicándose activamente.
Ningún fármaco antiviral ha sido aprobado para su uso clínico en infecciones por RV ya que todos los posibles candidatos han resultado ser un fiasco. El vapendavir que es un inhibidor de RV que actúa uniéndose a su cápside y el interferón-β inhalado están siendo estudiados. Nuevos modelos animales podrían dar una respuesta en un futuro a esto pero de momento la única manera de reducir la carga de enfermedad por RV es la prevención de la transmisión.
Estudios realizados hace ya 15-25 años mostraron que la principal vía de transmisión es probablemente a través de las manos de los sujetos infectados o superficies que han estado en contacto con estas. El RV puede permanecer con capacidad de infección durante al menos varias horas en distintas superficies como pomos de puertas, interruptores, etc. por lo que la mejor manera de evitar contagiarse es mediante un lavado de manos frecuente ya que el mecanismo de inoculación es a través de la autoinoculación en nariz y ojos por manos contaminadas o mediante inhalación de aerosoles.
Las técnicas de PCR han permitido detectar además, una correlación entre infecciones por RV y de bacterias como el S. pneumoniae responsable de la neumonía. Muy probablemente sea un organismo oportunista que aprovecha la «bajada de defensas» provocada por el virus para infectar y reproducirse.
Y por último…
¿Cuál es su epidemiología?
El rinovirus es el virus respiratorio más común en niños en edad escolar y en adultos: dos tercios de los resfriados comunes son responsabilidad del RV y hasta la mitad de las exacerbaciones asmáticas se han reconocido como consecuencia de la infección por éste. Sus picos con mayor tasa de infección son estacionales y se encuentran entre otoño y primavera. Tiene una alta incidencia en personas asintomáticas (hasta 20% de las personas pueden estar infectadas y no tener ningún síntoma) ya que el ARN viral puede estar presente en la nariz dos o tres semanas antes de presentar los síntomas y hasta cinco semanas después de haber tenido un resfriado.
En adultos se suele dar un episodio sintomático al año por RV y en menores de un año esta cifra se dobla.
Y por lo tanto si estás leyendo esto hipocondríaco perdido pensando que tienes el SARS-CoV-2 en plena cuarentena:
Si no tienes fiebre muy probablemente es un resfriado (86% de casos de covid-19 desarrollan fiebre).
Los resfriados no dan cagalera, si la tienes podría ser SARS-CoV-2 o puede que te hayas pasado con la cena de anoche.
Parece que el SARS-CoV-2 genera sarpullidos especialmente en la gente joven, algo que no es propio del RV.
Si tienes congestión casi seguro que es un resfriado.
Si tienes dificultad para respirar, aunque no es propio del RV sí que, aunque en pocas ocasiones, puede venir acompañado de neumonía provocada por la bacteria S. pneumoniae. De igual forma si tienes dificultad para respirar tendrás que solicitar que te atiendan tanto si la neumonía está provocada por el SARS como por por S. pneumoniae.
Independientemente de esto os recuerdo que en caso de dudas si se tiene al menos uno de estos síntomas: Fiebre, tos seca, dolor de garganta o dificultad para respirar, el protocolo a seguir es llamar al teléfono especial para el coronavirus que podéis encontrar en este link
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/telefonos.htm y ellos os dirán las pautas que tenéis que seguir (hay una web para pedir cita y que te llamen ellos pero da problemas así que mejor llamar directamente).
Y esto es todo. A cuidarse mucho que este virus lo paramos entre todos 😉
Os dejo unos links donde poder ampliar la info:
http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=80534
http://josantonius.blogspot.com.es/2011/01/enfermedades-causadas-por-virus-causas.html
Si seguís teniendo dudas podéis dejarlas en comentarios o hacérmelas llegar a través de la pestaña «contacto».
Etiquetas: biología, características virus, catarro, microbiologia, resfriado, rinovirus, síntomas, virus
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